viernes, 14 de agosto de 2009

SUICIDIO Y CICLO DE VIDA

SIGNIFICADO PSICOLÓGICO GENERAL DEL SUICIDIO
Cuando hablamos de significado psicológico , queremos advertir cual es la causa o el para que realiza el adolescente el acto suicida. Baechler (Ajuriaguerra 1999) ha descrito varios sentidos posibles:
la huída: es el "hecho de escapar" a través del atentado contra su vida, de una situación experimentada como insoportable por el individuo.
el duelo: es el "hecho de atentar contra su vida después de la perdida de un elemento actual de la personalidad o plan de vida".
el castigo: es "el hecho de atentar contra su vida para expiar una falta real o imaginaria".
la venganza: es "el hecho de atentar contra su vida para provocar remordimiento de otro o para inflingirle el oprobio de la comunidad".
la llamada y el chantaje: es "el hecho de atentar contra su vida para hacer presión sobre otro".
el sacrificio y el paso: es "el hecho de atentar contra su vida para conseguir un valor o un estado juzgado superior".
el juego: es el "hecho de arriesgar su vida para probarse a sí mismo".
En los adolescentes es común que se presenten los comportamientos de huída frente a los fracasos y la llamada o chantaje.
La consabida ganancia secundaria, ha llevado por muchos años, a considerar los actos parasuicidas, como situaciones histriónicas, dentro de personalidades Histeropáticas, cuando en realidad son respuestas inadecuadas, o como mejor se les conoce afrontamientos inadecuados, al carecer de habilidades de respuesta más adaptativas frente a situaciones que pueden ser estresantes.
tanto la huida como el duelo son dos respuestas emitidas por los parasuicidas, ante: una situación considerada como insoportable y una situación que corta el desarrollo o proyecto de vida del adolescente.
SUICIDIO EN LOS NIÑOS: LA ÚLTIMA ESCAPADA

Se aconseja no subestimar sus amenazas o advertencias. La ideación o intento de suicidio como búsqueda voluntaria de la pérdida de la vida comienza a aparecer en pre-adolescentes y adolescentes, y frecuentemente surge de un estado depresivo. Es difícil hablar de intento de suicidio en los niños, ya que ellos recién alrededor de los seis años de edad elaboran un concepto rudimentario acerca de lo que es la muerte.
Un niño menor de 5 años aún no entiende las tres definiciones fundamentales de la muerte que son: la muerte es irreversible, definitiva y permanente; se caracteriza por la ausencia de las funciones vitales; la muerte es universal (todos debemos morir). Es por ello que consideran a la muerte un estado temporal como el dormir o marcharse, que aún pueden escucharnos o vernos los difuntos o bien que ellos o sus padres nunca van a morir.
“Sin embargo, hay niños con accidentes frecuentes, en los que actúa una intención suicida inconsciente, por ejemplo cruzar la calle sin mirar, no medir riesgos de determinadas situaciones, exponerse a la violencia”,
el nivel mundial de la edad del suicida está bajando. En Estados Unidos la conducta autodestructiva y suicida en adolescentes es uno de los mayores problemas de salud pública. Se triplicó entre 1950 y 1980.

los principales factores que explican las conductas autolesivas son: el mayor número de familias desestructuradas, el descenso en la comunicación familiar, el aumento de los conflictos en el ambiente de vida del niño y el exceso de competitividad reflejado en el fracaso escolar.
Los últimos estudios realizados sobre muestras de población infantil menor de 14 años, demuestran que el 8 por ciento de los niños padece depresión en la actualidad. una de las conductas que pueden ser reflejo de depresión en un menor son aquellas que suponen violencia y agresividad.
reveló los siguientes rasgos de personalidad: ansiedad, timidez, baja autoestima, inmadurez emocional, necesidad de afecto, dependencia, rebeldía, terquedad, impulsividad, retraimiento, depresión, hostilidad, irritabilidad y agresividad.

Los factores de riesgo fueron: la falta de escolaridad, la desocupación de los padres y la falta de vivienda. Aunque también mencionaron como otros factores de riesgo la violencia familiar, la separación de los padres, consumo de drogas, niños sin familia, familias desestructuradas, fugas, ideación de suicidio, temperamento triste o agresivo en la infancia, pobreza. En cuanto a los métodos de intento, fueron distintos entre varones y mujeres: en las mujeres predominó el arrojo bajo vehículo y la ingestión de medicamentos, y en ellos el uso de arma blanca, la ingesta de medicamentos y el intento de ahorcamiento, entre otros.

Muchos de los síntomas de las tendencias suicidas son similares a los de la depresión. señales que pueden indicar que el adolescente está contemplando el suicidio.
· Cambios en los hábitos de dormir y comer. · Retraimiento de sus amigos, de su familia o de sus actividades habituales. · Actuaciones violentas, comportamiento rebelde o fuga de la casa. · Uso de drogas o del alcohol. · Abandono poco usual en su apariencia personal. · Cambios pronunciados en su personalidad. · Aburrimiento persistente, dificultad para concentrarse, o deterioro en la calidad de su trabajo escolar. · Quejas frecuentes de dolores físicos tales como los dolores de cabeza, de estómago y fatiga, que están por lo general asociados con el estado emocional del joven. · Pérdida de interés en sus pasatiempos y otras distracciones. · Poca tolerancia de los elogios o los premios. El adolescente que está contemplando el suicidio también puede:
· Quejarse de ser "malo" o de sentirse "abominable." · Lanzar indirectas como: "no les seguiré siendo un problema", "nada me importa", "para qué molestarse" o "no te veré otra vez." · Poner en orden sus asuntos; por ejemplo, regalar sus posesiones favoritas, limpiar su cuarto, botar papeles o cosas importantes, etc. · Ponerse muy contento después de un período de depresión.

Cuando un niño hace una amenaza seria, no debe de descartarse como si estuviese hablando en vano. Los padres, maestros y otros adultos deben hablar de inmediato con el niño. Si se determina que el niño está en peligro y el niño se niega a hablar, es argumentativo, contesta a la defensiva, o continúa expresando pensamientos y planes peligrosos, hay que hacer arreglos para una evaluación inmediata por un profesional de la salud mental con experiencia en niños y adolescentes.

COMPORTAMIENTO DEL INTENTO SUICIDA EN UN GRUPO DE ADOLESCENTES Y JÓVENES
El perfil psicopatológico destacó los síntomas de ansiedad, ideación suicida, tristeza e insomnio
17-27 es el grupo de edad donde mayor número de intentos suicidas se reporta, por ser la etapa de la adolescencia donde se desarrollan toda una serie de cambios para entrar en la etapa de adultos y es la etapa de toma de decisiones importantes en la vida de las personas.
Es más frecuente en la personas solteras, solitarias, sin compañía, con reducción del círculo de amistades, poco relacionadas y agobiadas por problemas que no le encuentran solución; adolescente o joven suicida se siente desesperanzado, inseguro, apático y rechazado, por lo que se aísla.
Se utilizó con más frecuencia el método de ingestión de psicofármacos, en ocasiones no hay una intención seria de morir sino de llamar la atención para recibir ayuda.
También ha sido reportado antecedentes de conducta suicida en la familia de los pacientes; pudiera deberse a un aprendizaje por imitación de familias.
Es difícil distinguir en el adolescente la depresión ya que forma parte de los cambios de comportamiento normales en él, también que existen equivalentes a los síntomas clásicos de la depresión. La infelicidad y depresión en el adolescente y joven la expresan a través de comportamiento insolente, quejas somáticas, actos delictivos, etcétera.

FACTORES DE RIESGO SUICIDA EN EL ANCIANO
El suicidio de un anciano suele ser asumido como algo existencialmente justificado, atribuyéndolo a una decisión libre, racional o existencial, consecuencia lógica de la edad, la soledad y el hastío de vivir. Estos son prejuicios que deben ser desterrados definitivamente, no solo porque el suicidio del anciano es, en muchas ocasiones, tan o más evitable que el de los jóvenes, sino además porque el dramático acto de matarse a sí mismo es prematuro a cualquier edad, constituyendo una pérdida de talento, experiencia y recursos que ninguna sociedad civilizada debe aceptar.
Este grupo de edad constituye la parcela social en la cual la conducta suicida alcanza con más frecuencia su expresión más grave: la consumación.
Para el grupo comprendido entre los 65 y 74 años, la tasa de mortalidad por suicidio cada 100.000 habitantes es del 19,2 %, según datos de la Organización Panamericana de la Salud de 1992
En la etiología multifactorial de la conducta suicida del anciano suelen desempeñar roles coprotagónicos, la soledad, el aislamiento, la enfermedad somática y la depresión. El perfil más probable del anciano suicida estaría representado por un hombre con antecedentes de un primer episodio depresivo después de los 40 años, que vive solo, con historia familiar de depresión o alcoholismo y que ha padecido una pérdida reciente.
El propósito de morir en el anciano suele caracterizarse por su firme convicción y por la utilización de métodos eficaces para concretar sus intenciones. Es una conducta suicida activa, no pocas veces reflexiva y premeditada. Por ello el porcentaje de suicidios intentados /suicidios consumados, es para el anciano de 2 a 1, mientras entre los adultos jóvenes es de 7 a 1.
Otro mito muy difundido es pensar que los ancianos comunican menos frecuentemente sus intenciones suicidas que los jóvenes. Se debe estar muy atento a los "avisos presuicidas", sin la expectativa de que éstos sean claros y directos. Las "comunicaciones indirectas" de los deseos de concretar suicidio pueden estar manifestadas por la necesidad de poner los asuntos familiares en orden o el interés por despedirse de amigos o familiares con los cuales hace tiempo que no se ve.
la gravedad de la conducta suicida en este grupo de edad, que casi siempre traduce una clara intencionalidad de morir y no, como en otros grupos, la intención de valerse de la categoría de la muerte para negociar con el entorno.
En contraposición a esta conducta suicida activa y categórica, el anciano, también con mayor frecuencia que otros grupos de edad, suele presentar "conductas suicidas encubiertas", lentas y silenciosas, consistentes en el abandono progresivo, el rechazo de la alimentación y de toda medicación o tratamiento médico.
El sentimiento de abandono, la sensación de vacío, la desesperación ante el desmoronamiento orgánico y la autopercepción de ser una persona inútil, sin proyectos, genera lo que algunos sociólogos han dado en llamar "vergüenza social".
Enfermedades psiquiátricas: Depresión, Psicosis, Enfermedades somáticas crónicasLas enfermedades somáticas pueden contribuir al riesgo suicida en la tercera edad

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